Sinopsis


Johan August Strindberg (Estocolmo, 1849-1912) es considerado el padre de la literatura sueca moderna. La mayoría de sus obras tienen un marcado carácter autobiográfico. La ascendencia aristocrática del padre, la condición de criada de la madre, el fracaso de sus tres matrimonios y, sin duda, una inestabilidad mental de ín dole esquizofrénica se refleja una y otra vez en sus novelas y dramas.
La señorita Julia (1888) es quizá la mejor de sus obras y la más representativa del teatro sueco. Sus ediciones suelen estar precedidas por un prólogo, escrito por el autor, en el que expone de manera precisa el carácter de los tres personajes y una nueva concepción del teatro.
Además del término “naturalista”, con el que Strindberg definió su drama, quizá sea la palabra “lucha” la que mejor pueda definirlo. Lucha de lo nuevo frente a lo viejo, del fuerte frente al débil, de la religión frente al ateísmo, de la monarquía frente a la república. Lucha de clases, de sexos y de ideas. No en vano se habla de “darwinismo” en el prólogo.
Los hechos y personajes del drama están basados en la realidad. El escritor tomó como modelo para la creación de Julia a su primera mujer, la aristócrata y actriz finlandesa Siri Von Essen. Pero no solo, también se inspiró en la triste historia de la escritora sueca Victoria Benedictsson, y en una noticia aparecida en la prensa sueca que narraba la seducción de un criado por una mujer de la nobleza que terminó de camarera en un restaurante.
Con todos estos ingredientes es lógico que la obra se haya puesto en escena en innumerables ocasiones y países; y también es lógico que se hayan realizado numerosas películas, óperas e incluso ballets. Sjöberg y Figgis la llevaron al cine, Bergman, y Fassbinder al teatro; actrices como las suecas Bibi Andersson y Anita Björk, la francesa Isabelle Adjani o la inglesa Saffron Burrows la han interpretado.
Es muy comprensible la existencia de tantas recreaciones de la obra. Y es que si en algo se caracteriza la modernidad de La señorita Julia, es en esa constante, eterna y cruel lucha por la supervivencia:
El darwinismo ha existido en todos los tiempos, desde que Moisés presentó la historia de la creación, pasando sucesivamente de los animales inferiores hasta llegar al hombre.
August Strindberg
Juan C. Plaza-Asperilla

1 comentarios:

Anónimo dijo...

ESTE LIBRO ES COMO EL MISMÍSIMO HOYO DE LA SRTA JULIA C: