Notas de prensa

TEATRO LOPE DE VEGA (Sevilla)
A CIENTO VEINTE AÑOS VISTA

El infatigable Miguel Narros, fiel al texto, ha acertado en su potenciación dramática de frases y situaciones, intensificando el conflicto social-amoroso con ímpetu más latino que escandinavo, lo que nuestro público acepta de muy buen grado. Mantiene el clima, así como su naturalismo original. Y, como de costumbre, su dirección de actores es irreprochable, por lo que María Adánez, Raúl Prieto y Chusa Barbero consiguen modélicas interpretaciones en sus papeles.

JULIO MARTINEZ VELASCO
ABC
CULTURA Y ESPECTÁCULOS 19/01/2008

NARROS, EN EL FILO DE LA NAVAJA

Que Miguel Narros se haya atrevido con el infierno de este texto, es una prueba de arrojo reservada sólo a los directores de raza dispuestos siempre a la inmolación sobre el altar del teatro. Narros evidencia con rigor la consumación del acto sexual, que Strindberg sugiere fuera de escena y lo trae a primer plano con una inusitada brutalidad.
Narros se mueva aquí en el filo de la navaja de un simbolismo de confrontación social y del erotismo crudo y duro. Y es ahí, donde Adánez toma altura y despliega matices. Resulta curioso que una actriz tan dotada para la comedia alcance sus mejores momentos en el drama de una aristócrata de fusta y doma, arruinada por la entrega a un semental ambicioso y desleal.

JAVIER VILLÁN EL MUNDO
CULTURA

DESGARRADORA TRAGEDIA NATURALISTA DE LA QUE TODO EL TEATRODEL SIGLO XX SE DECLARA DEUDOR

Precisamente, la obra más representada de Strindberg se desarrolla durante la noche de San Juan y paradójicamente, no hay noche. Pero hay tinieblas y hay infierno, hay un conflicto de órdago personalizado en al hija de un conde y en un simple criado, lucha de clases, de decadencia contra supervivencia. Y ahí, en medio del juego macabro entre Julia y Juan, hay sexo y violencia. Narros ya montó este texto en los cincuenta con Margarita Lozano de protagonista y con la censura encima a modo de espada de Damocles. Así que va a desquitarse pero bien, para sentirse, a sus venerables años, como un jovenzuelo jugando a transgredir en un montaje vibrante, tórrido y orquestado en torno a su última musa, María Adánez, y un prometedor Raúl Prieto.
ON MADRID
+ ESTRENOS

SUPERVIVENCIA
Una lucha que convierte el escenario en un ring donde estallan todas las pasiones. La función está dominada por una tensión creciente, una tensión que corta el ambiente.
Sus interpretaciones merecerán ser candidatas de los premios Max de teatro de 2009. Talento no les falta, puesto que estamos ante dos de los mejores actores de su generación.
ANTONIO SEMPERE
LA VERDAD
FILA CERO
13/01/02008

ATORMENTADO STRINDBERG
Decía Strindberg que prefería lo terrible de la vida que las cosas fútiles y alegres para estúpidos. Y realmente esa es la sensación desasosegante que deja su teatro: asomarse al abismo para terminar con el alivio de haber aprendido de él. Pura lucidez. La señorita Julia, la más célebre de sus obras, es una autentica lección de la condición humana. En esa ambigüedad de amor y odio, de conservadurismo y de revolución, de ateísmo y religiosidad en el que se mueven sus criaturas dramáticas es donde reside la atracción de esta obra. Excelentes paisajes sonoros de Luís Miguel Cobo para subrayar las escenas en que los personajes recuerdan pasajes del pasado o relatan sueños de valor simbólico. Sue-nan violines heridos, acordeones de tardes lejanas perdidas en pesadillas viejas para sugerir el pasado cruel de los personajes. María Adánez, convertida en actriz fetiche de Narros tras su interpretación en la Salomé de Wilde, consigue hacer creíble a la señorita Julia, con todas sus indecisiones, sus ambigüedades, su poder y su derrota.

EVA DÍAZ PÉREZ
EL MUNDO
EL CULTURAL
19/01/2008

0 comentarios: